Lo más bonito del camino
He ganado, mil y un días más, despertado. Lo que antes creía castigo, ahora lo veo de otro modo. El condenado no ve condena, sino silencio en su guerra interna. He malgastado tiempo en quejas, quejas en textos, textos en lágrimas de impotencia hasta quedarme vacío. Miro al cielo y no veo ahora lo mismo.