Un mar de lágrimas, corrían por el suelo. En silencio. Mejillas manchadas de pintura, y susurros perdidos en el eco. Mientras sentía los latidos alejarse, su grito se ahogó en un trago seco…

Dejó de llorar. Limpió su cara y empezó a caminar. El paso se convirtió en carrera, y sus brazos fueron alas. Se lanzó. Con tantas ganas, que voló, batió sus alas y el suelo no tocó. Con fuerza, empezó a subir. Y subió tan alto, que quedó sin respiración. Su piel se congeló, y un grito tan fuerte soltó que se desmayó.

Cayó… ella calló… en picado y en silencio, sin ánimo… simplemente se dejó… y no paró, hasta romperse en miles de trocitos contra el suelo, en un inmenso agujero de sangre y restos.

Minutos eternos de silencio.

Minutos… eternos… de… silencio…

Y de repente, asomó una mano, y tras de sí, un brazo, que tiraba de un cuerpo, desnudo y magullado. Y emergió como mortal, con marcas en su espalda de lo que fueron sus alas, que empezó a caminar. Y caminando dejó todo atrás…

…atrás.

Mode: Cuentacuentos.
Listening:  Lil Wayne & Drake – She Will