Prologo
Empieza, el primero de 24 días para decidir… debe ser, así… tiene que ser, así…
Y se me agota hasta el aire, sólo de pensar… pero son 24, para saltar… preparar, un, cambio de vida, o por lo menos, intentar. Planear, progresivamente hasta colapsar, hasta perder la piel a tiras si hiciera falta, la voz quebrar sin más… tras, el silencio, de aceptar, el paso, y no volver a ser, lo que fui… no, la gente no cambia, es sólo pronunciar un poco más el como soy… tal vez, el lado más destructivo y más dañino… pero es aquel que no siente esperanzas de no ser defraudado… aquel que busca algo más… ese lobo, que se cansa del lugar, y vaga hasta no encontrar ninguno para sentirse en casa.
Esa masa de pelo que he de soportar, las garras dejar crecer, y estos colmillos que se empiezan a limar… hasta ser, lo que quiero ser… ver, lo que uno ha de ver… y a pesar de todo, dejarme atrás, para dejarte atrás… y otro, seguir caminando para crecer.
Uno se cansa… de esperar… uno se cansa de poner soluciones y siempre encontrarse con ese momento donde, tú, no eres el eje de decisión… se cansa de mirar uno al mundo y ver como poco a poco todos desaparecen… como no siente gente, y a pesar de sus intentos, vuelve a ser lo que es… ese desinterés, por mucho que carece de importancia y donde el tiempo, te delata y te retira…
Ese momento, donde todo se rompe, y tú con el todo… y se te ve, a ti, recogiéndote en pedazos, hasta que te vuelves a reconstruir. Te rehaces de nuevo, tantas veces, que creces, y eres diferente en cierto modo… en una evolución constante creciente… para no volver a tener que recurrir a este tiempo que tanto cuesta a uno volver a encontrarse de una pieza.
Y podría, volver a ese tiempo donde no sabía lo que quería… ese tiempo con una edad donde no tenía este peso en la cabeza… ahora, me doy cuenta, que siempre, he tenido tan claro lo que quise y lo que quiero… que fue mi condena, y tan fácil condenarme. Porque nunca lo conseguiría… eso, tan básico, tan necesario, y por lo que es el eje central de tu vida… no lo tienes… por mucho que quieras, que desees, que llores, que luches… por mucho, que te agotes, y te vacíes… no lo tienes, porque, ya estás condenado, y te aterra esa idea… te aterra la mentira y vivirla… para escapar… y por eso, estos 24 días…
24 días para meditar ese cambio, que aparte de ser, en cuanto a forma será en cuanto a tiempo…
Mode: 24/7 = 27
Listening: 30 Seconds to Mars – Alibi