Cada día al levantar eres lo que miro, sin encontrarte, pero sintiendo tus latidos. Cada noche al morir eres tú en sueños la que me devuelves la vida. Mi futuro en parte es llegar a ti, y mi vida completarse al sentir, de nuevo, que estás ahí… Todo efímero, me agoto del luchar, de armaduras
Tras años, es una dulce melodía de fondo. Tras pasos, es un constante levantar entre sollozos. Mientras hablo, más me canso, y más apático me amargo. No cambio. En tiempo ni espacio y caigo, en mi fidelidad a mis actos. Año tras año, la ausencia será tu olvido. Tan cansado de haber perdido pasión por
Cinco años, cinco… Levanté hace ya cinco años, 2004 fui nacido. Muchas letras han crecido y lágrimas he vivido. Ahora predico, versos por exceso, y sigo escribiendo… yo tengo fe… en mí reaparecer… no en ti. Y como un pájaro quedo en el cielo volando, y yo fui a tirar piedras al azul para romperlo,
No digas que no te lo advertí… no digas que ahora esas lágrimas no saben a mí. Yo nunca fui, porque el don no existe, y la verdad persiste. En mi mente, tras miles de noches demente, en mente, perfecto e indemne… yo sigo consecuente, de mis actos… y mis pasos, saben a sudor. Ahora
Desde aquel último que dijo querer y no poder, yo aquí sigo, preso de letras digitales, marcadas por trozos de mi alma, y vivo. Y es que siempre dije que, después de un año de aquí no me mueve nadie. No es por ser, es por creer… que vencer no es placer, que escribir no
El acábose, empezó con el levantamiento de cadáveres, es menester, saber qué, no busco fama ni pasión con resortes, no idolatro mi rima ni mis letras, escribo a veces por odio hacia la Tierra. No siento pasión por esta condena, pensar y pensar y quedarme solo inmerso en mi soledad, pero ella no tiene culpa