Hay veces que respiro, hondo, e inspiro, cierro puños y miro, me muerdo la lengua y me tranquilizo… hay veces que intento ser, educado y no llegar al extremo, no quiero explotar, porque no quiero dañar, pero es que a veces resulta inevitable. Todo es, que miras a tu alrededor y ves incompetentes rodeándote, seres
Hombre ciego, soledad en pasos de perro, lobo descompuesto, en versos de texto. Vida de hombre, entre millones que asolan, guerra a deshoras, cuando todos duermen, guerras propias tocan. No hay final válido, ni destino cambiado. Dejaré de creerme, si así consigo vencerme. Eterno demente… creo haberme separado, de mente en bipartito. Soy uno… Y
Miro, a lo lejos, y mi mente se va. Parpadeo y pienso, que estoy lejos, veo el movimiento del terreno y el viento entrar… y sólo, se me ocurre invocar al silencio. Y pienso. Y entre pasos, y pasos… mis pasos, se encuentran en soledad. Mientras encuentro, en la naturaleza, la parte que me falta,
No tienes escapatoria… no puedes evitarlo, y cuando la noche cae, tu has de caer… nadie podrá salvarte… Despierto en sitios pasados, o futurísticos, de repente me encuentro con alguien que me pega un disparo, y despierto asustado. Lo malo, es que tengo que volver, y es ahora, esta vez, que caigo y caigo ,
Entro en tus sueños, me inmerso, y meto el dedo… ¡auch! Nunca creis-te, que fuera a ser, pero perecer entre letras no es cuestión de merecer, entre tantos imbéciles, todo ha de haber. Cerdos han de comer. Muertos han de renacer, versos morir en tinta y papel… tu visión oscurecer, quedarte ciego y escuchar. No
Mentalmente dañado, cansado, con fallos, de memoria e insomnio… hablo, y lo que hablo no te gusta porque te sientes identificado. Si no es de tu agrado, yo suelo callar hasta punto tal, después, allá tú y el silencio vuelve a reinar. No puedo soportar, tanto en mi mente que no puedo soportar. Callar es