Te encuentras tú, y tú, contigo mismo… cuando odias ser yo, y sólo yo, conmigo mismo. Castigo. Mi castigo. Si nada hice, y nada hago… y soy yo mismo, viendo el pasar del mundo, ante mis ojos, carentes de interés. Carente, tú, de interés. Sin atención, cada vez menos, me encuentro en un mundo aburrido…
No puedo dormir… quiero partir, al mundo de los sueños, y dormir. Pero no es así. En cambio, me quedo aquí. Pobre remedio de mí. Muero antes por no dormir, vivo más en noches eternas sin saber que decir. Tal vez sea así, la forma de perder la cabeza, entre voces que corrompen mi cabeza.
Dolorido ante el paso del tiempo, encorvado entre códigos, matando horas para no pensar. Alzo la cabeza y me come la madrugá, que ya pega bocaos a mansalva. Casi me trago mi cuarto de un bostezo, pero mañana en planta temprano. Todos los días perdiendo, horas de sueños… todos los días durmiendo por los rincones
Sueña con una vida, alejado de tus expectativas. Ve por el mundo como si fueras un capo ¿Dónde estás cuando lloramos? Tu dios se estará lavando las manos, cuando creas que hacer lo que haces, es, lo que debes hacer. Yo tan sólo pido respeto. En estos tiempos es complicado cuando nadie predica con ejemplo.
Dime por qué, he de creer más allá de lo que veo. El mundo siente, y yo siento no poder estar presente. En cuerpo y mente, deseo encontrarte, pero no te tengo. Camino ciego, en un mundo lleno de trastos por los suelos. No importa, le empiezo a coger gusto al suelo. Me arrastro por
Es ese momento, en el que quedas quieto, en medio del mundo… observando, e imaginas que todo da vueltas. Es como si el silencio se quebrara en mil pedazos, y la sangre circulara por arterias de alquitrán. Somos glóbulos rojos, cargados de bien o mal. Lo llevamos de un lado a otro, por encontrar, un