Triste condena
Dueño de nada, y acompañado de soledad,
versos de madrugada, e insomne hasta la saciedad,
miradas de nostalgia, ante macabras distancias…
Escribo por tortura y por rabia,
escribo… por melacolía y latidos en pausa,
escribo porque en esta vida, soy mi terapia…
Mientras, almas vagan, yo recorro horas y horas,
donde Luna me acompaña, en tinieblas,
o en plena oscuridad…
Terapeuta de masas…
Habla… o calla… calla, o muere…
y muchos no quieren ser nada,
muchos no son nada y creen ser más…
Temor de masas, es decepcionar,
temor de mí es no tener límite,
y mi verdad es una utopía,
que jamás podrías soportar…
Yo amaso el dolor, quiebro en llanto,
y muero abrazado al aire, para despertar,
un día más en este mundo sin más,
ánimo, de terminar…
otro… día… más…
No hay peor condena que no poder parar,
y tener que dejarme llevar por inercia,
hasta no saber si el hecho es realidad,
hasta… perder la noción de mí…
Y de mi existencia.
Mode: Breath in…
Listening: Muse – Sing for absolution