El acábose, empezó con el levantamiento de cadáveres, es menester, saber qué, no busco fama ni pasión con resortes, no idolatro mi rima ni mis letras, escribo a veces por odio hacia la Tierra. No siento pasión por esta condena, pensar y pensar y quedarme solo inmerso en mi soledad, pero ella no tiene culpa en realidad, no es más que el olor que rezuma esta nostra sociedad, que me hace vomitar…

Ahora lucha, contra la nada, que es el mañana, levanta cada día inmerso en ganas, y avanza, paso a paso. No paras, pero muchos quieren que caigas. Aprecio mi vida más que toda tu riqueza en cajas, yo soy rico en ideas, virtud del pobre que jamás obtendrá recompensa, mas que sonrisas y lágrimas, ahogadas, en la enfermedad masacrada.

Desquicio por rincones, y grito por digital, miro tu alma, desde aquí sentando al otro lado mar, navegando por el simple hecho de mostrar, no demostrar. Simple es saber la realidad, no me creo menos ni más, me creo y por ello existo. Es mi realidad, escritura, sin más… ya encontrarás mensajes en marcas al vivir fuera de estas palabras, porque allá las caídas son más largas y abajo no hay nada.

Y por ello no hay paso, que no tenga miedo a dar, pero no importa pasear en soledad, porque mi corazón arde alejado de la masacre de latidos que hace esta sociedad. Ahora, un poeta queda preso de su propia tendencia, miro el horizonte y la sociedad ya no penetra, yo no busco ser, sino estar y dejar huella…

Masacrado tras las esquinas…

Mode: Pretérito
Listening: Violadores del Verso -La ciudad nunca duerme