Siento, inyecto en vena, comienzo, y la letra entra. A base de vaselina que penetra, en tu mente, por donde pueda. Abre la nariz y respira, directo a tu innovación, te convierto en vegetal, atacando tu soul… Y ahora piensa, colapso en la estratosfera… ahí arriba muchos se plantan y tú desde abajo miras, trepas
Tierra de naciones, de diferencias y fronteras… imaginarias en la tierra, después lo que alzan son muros de metal, con clavos para que no los pueda atravesar; y banderas. ¿Quién dijo que la tierra fuera nuestra? Y nacieron las guerras, las masacres en la tierra, y el mundo giró en torno a las presas. El
Recuerda que la vida es aquella, de mala manera, la que te lleva, por caminos de perdición. Descubre, el dolor, el llanto y el amor… no existe Dios, ni nadie que te revele la salvación. No es cuestión de don, es don de dolor. Actos envueltos en compasión. No hay sombra que te esconda, no
Desde la uno hasta las dos mil, desde el principio hace muchos años hasta el presente, aquí… han diluviado letras, sentimientos disparados como balas en guerras… ¿a quién? A quién sea… a quien venga… al que se me presenta delante en esta guerra… No existe motivo, por los que cada noche escribo, caigo en trance,
Vivo, muriendo antes del final del verso; vivo, entre suspiros y anhelos… en asfixia y envuelto, en algo que recorre mi cuerpo, que me desmorona desde dentro, y que cae al suelo dejándome desnudo de nuevo. Ante el final del día y el principio del nuevo… los pasos son los pasos y no encuentro… motivos,
Veo, la luz a lo lejos, y quedo, inmerso, en mi mundo lleno, de eco… Veo, miles de caminos por los que muero, y encuentro, silencio, entre pasos, y versos… Lleno, entre agujeros, derramándome por dentro, no veo, final a pasos, ni encuentro, lógica, al que miro a mi lado… Y segundos quedan atrapados, y