Desde los comienzos… en que decidiste entrar más adentro, no hubo marcha atrás en cada paso. Siendo, los versos, presos, por canciones en el tiempo. Sin posibilidad de edición, porque me niego, a que alguien me retoque por dentro.

Y puedo, rendirme… puedo fácilmente dejarme caer y arrodillarme, apoyar manos en el suelo, y dejar que las lágrimas resbalen. Puedo, golpear el suelo y gritar que no puedo. Puedo hacerlo… rendirme cuando creo que todo es inútil… puedo hacerlo… y dado el momento… lo he hecho.

Pero… nadie dijo que fuera fácil, y por ello, levanto… caída tras caída, lágrima tras lágrima… ataque tras ataque donde el mundo me devora. En cada taquicardia en la que tu mente une trozos de pensamientos y la rabia se acumula en tu cuerpo. Demonios en mí causando efecto. Defectos intensificados, y luchando… siempre luchando al borde del límite donde todo, se convierte en nada, y donde nada… significa volver a empezar… y, donde volver a empezar, puede significar volver a empezar o abandonar…

Y nadie está… y tú siempre estás… y el mundo está vacío, y tú te sientes vacío… y te agotas, y te cansas, de no pedir ayuda. De ser siempre tan cabezota… de no comprender los actos que denotas… de estar alejándote de ti, sin acercarte a nadie… de encontrar en mi autocompasión motivos para la supervivencia…

Sabiendo que nadie es alguien, y que alguien es nadie… sin distinguir quien soy…

Mode: Back to the resistance
Listening: Coldplay – The Scientist