Me pierdo en noches, donde no duermo. En la soledad de mi corazón, donde, no te encuentro… entre mis sabanas, mientras los días pasan. Mas calla el silencio y más suenan los pasos a eco. Caminando a lo lejos, en pasillos eternos sin puertas, y sin luz al final de mi sentido. Los desvíos son casi imperceptibles. Llegando a ser, el eterno paso constante, el motivo desesperante.

No importa el tiempo quieto, no sirve de nada mirar atrás o adelante, o siquiera parar a preguntarte… porque no hay manera de diferenciar o saber, qué sentido es importante, qué dirección es la que andaste, o qué motivo tienes para seguir adelante. Tan sólo sigues, porque niegas a dejarte a la deriva en la nada. Buscas motivos para dar pasos, buscas latidos para dar besos… buscas razones como justificación a tu acción de quedar aislado. Sabiendo lo que haces, fruto de problemas que seguro subyacen, fruto de la defensa que tu propia mente hace, y que inconscientemente antepones para sobrevivir.

No es más que una forma de vida, que se crea para mantenerse «vivo». No es más que un método de autoterapia, para sacar fuera lo de dentro, sin arreglar nada. Lo suficiente como para, vivir hasta, el siguiente alba.

Dominado por la supervivencia propia. Dominado por un instinto voraz de depredación en momentos de extremo dolor. Sumergido en una depresión en continuo desacuerdo con el medio que me rodea.

Lleno de ideas para cambiar el mundo… siendo el mundo, reacio al cambio… y yo, «creyente» en…

…qué es posible el cambio

Mode: El pensamiento en el cambio es más poderoso que el propio cambio… creando el miedo en tu mente, antes del propio cambio
Listening:Bill Withers – Just the Two of Us

PD: «Por la boca vive el pez»