Es como si te sintieras horriblemente cansado, como si las fuerzas te hubieran abandonado, como si tu cuerpo ya no pudiera dar un paso más. Como quedar parado, quieto e inmóvil esperando, explotar al más mínimo contacto. Y sin embargo, respiras hondo y sacas fuerzas de cualquier lado y continúas andando. No sabes cómo, no sabes cuánto, ni siquiera recuerdas como aquí has llegado. Tan solo te sientes como si todo nunca acabara, como si cada día no avanzaras, y la constancia, se mantuviera como emblema en mi pecho, pero como resultado, la nada. Cada día, cada noche, escribiendo a golpe de teclado, durante años, sin importar cuánto, pudiera estar aquí dando. Sin importar, cuánto de mí, estuviera aquí enseñando a completos desconocidos que por aquí van pasando, perfeccionando mi casa, al paso del tiempo y controlando cada pequeño detalle, y seguir evolucionando. Evitando el contacto, tanto en lo real como en este mundo imaginario. Tal vez no sea como me estás imaginando, tal vez aquí fuera mi máscara sea mi fuerza, para seguir paso a paso, evolucionando, por medio de pequeños detalles e ir madurando. Tal vez tenga demasiada experiencia implementada sin haber vivido tanto, pero, mi cabeza piensa más allá de los actos y los gestos, y busca el fondo de los hechos, encontrando siempre motivos rastreros de personas que ni siquiera saben lo que están haciendo. Por tanto, mi cuerpo implementó su defensa ante el daño, el olvido hacia tantos, hasta quedar olvidado. El conocimiento de hechos pasados que se han olvidado, personas que quedaron obsoletas en desvanes llenas de telarañas, pecadores de errores del pasado, y mi condena, el no poder olvidarlos.

Caminas siempre hacia delante, olvidando a todos y todo, encontrando efímera la amistad, y quedando pequeños retazos de personas que jamás querré olvidarlos. Todos erramos, todos merecemos ser perdonados, pero yo no seré quien camine hacia el pecador excusando sus pecados. Yo ando, por el mundo con las manos vacías, con los ojos mirando y buscando el cielo en cada paso, con la sensación de estar saboreando cada milímetro cúbico de aire que voy respirando, y besando tus labios como si fuera el último beso que estoy dando. Amando como el mejor amante que existe, e intentando perfeccionar de los miles de errores que van acechando. Aprendiendo cada día a vivir y vivir sin molestar al de al lado. Y sin embargo, aún así, terminas agotado, con problemas por todo lo que llevas acumulado- Ese cansancio, donde no sabes el por qué de la revelación de tu cuerpo al descanso, a pesar del dolor físico que estás soportando, del agotamiento del que te ves afectado. De tus cambios de ánimo…

Y sin embargo, tarde o temprano, tu cuerpo encuentra un pequeño periodo de letargo, donde no encuentra el cambio de número en el calendario, creando la confusión de días a lo largo del periodo en el que se ve afectado. El tiempo pasa, pero en su malestar cree pensar que los días son más amplios de lo normal… y su deseo es aguantar, hasta que su cuerpo no pueda más. Y necesite dar ese descanso necesario, para recordar, que también existen sueños en el descanso.

Mode: Insomne
Listening: EMINEM – No Apologies