Si mi tiempo para hacer algo fuera para lo que tuviera ganas de hacer, seguro que lo haría mejor y con mayor entusiasmo… pero cuando debes hacer algo que para ti es muy relativo y casi sin importancia, y cuando para otros es algo muy importante, te deprime, y te hace escaquearte cada cierto tiempo para intentar hacer aquello otro que llevas aplazando tanto y que siempre tienes en mente al igual que aquello que sabes que «tienes» que hacer pero realmente no te apetece hacer… y es que es cansado, triste, depresivo, hacer lo que tienes que hacer sin ganas y encima hacerlo bien con el mínimo esfuerzo.

Me he dado cuenta que aquello que necesito hacer lo sigo haciendo aún teniendo otras miles de cosas que tengo que hacer… eso sí, van más lentas, pero se van haciendo… y realmente estoy cansado de exámenes que para mí nunca reflejarán lo que sé, y nunca tendrán mucha importancia para calificar lo que puedo llegar a hacer, jamás calificarán eso con un examen… pero lo llevan haciendo toda mi vida, y creo que descubrí mi apatía hacia los exámenes sobre quinto o sexto de primaria, algo tarde, pero me di cuenta que no servían para nada… desde entonces mis notan han mermado de sobresalientes a «cinquillos»… y hoy en día un cinquillo para mí quiere decir que le he dedicado el mínimo tiempo y el mínimo esfuerzo a una asignatura, lo cual me ha dado el máximo tiempo posible para hacer otras cosas que quiero hacer. Y me gusta, me gusta hacer más cosas aparte de destrozarme las neuronas aprendiendo cosas que están en los libros y que sólo tienes que leerlas para entenderlas…

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Escuchando: I’m a flirt – R. Kelly