Y llueven lágrimas… que me calman… y la sensación de no tener ropa en mi cama, que me arrope cuando el frio avanza… es demasiado rara. Y mientras imagino como poco a poco tu cuerpo se convierte en mi almohada… y tu piel se enfría en mi corazón… tu labios… ya son besos que se traspasan y se pierden en el aire… aire que quema al aire con suspiros.

Y tal vez no entiendas… que los ciegos ven cuando andan… y que el dolor aunque no se vea, traspasa… y que los besos cuando se rechazan, ya no volverán más… porque uno, es uno, y no puede cambiar con botones… mientras vuelves o mientras callas… mientras olvido, o mientras el tiempo se para…

«Y aunque tú no lo sepas»… no siempre puedes ser la marea… ni yo dejarme llevar… porque cuando es mar lo que siempre te rodea… prefieres soltar tu flote… y hundirte… ahogarte… y morir en el fondo del mar. Porque cuando se quiere… uno no se puede quedar en medio… y para hacerlo… prefiero no salir y salir corriendo… y si al final veo, que es un precipicio… y salto… es porque quiero… y quiero morir cayendo… pero pusieron un muro en medio… y salté ciego… y me rompí todos los huesos… y… me rompí todos los huesos…

Pero… aún con los huesos rotos… me estoy riendo… y me río porque lo estaba viendo… y no tengo remedio. Por eso… miro al cielo… y veo que hoy quise llorar, pero le propuse al cielo jugar… y perdió… y le tocó llorar, mientras yo… me mojaba… y me empapaba de sus lágrimas… acariciaba mi sonrisa… y sentía volar… rodeado de gente que me arropaban en soledad.

La vida son eso… dos palabras que no quise escuchar… pero que sentí, y tan hondo que me quisieron asustar… y con tanto miedo… de repente se encendió el cielo… y la luz me hizo ver que la realidad… es que el miedo con luz, se va, y cuando se apagan las luces… ya saben donde están las cosas y no sabes si moverte… o correr por el camino que viste y escapar.

Hoy gané al cielo… pero tal vez mañana a mi me toque llorar… y ahogar al mundo con mis lágrimas… pero… eso nunca se sabe y prefiero aprovechar… y reir mientras el cielo me empapa con sus lágrimas…

Mode: Antimetamorfosis crisalida
Escuchando: Quique González – Aunque tú no lo sepas…