Puedo ser el viento que enfría tu piel después de que el sudor la haya empapado y tus ojos no puedan permanecer cerrados, porque tu respiración se acelera por momentos, al ver que mis labios vuelven a besarte de nuevo. Puedo ser los brazos que te agarran fuerte por detrás y comienzan a subir tu vestido, y mis manos a bajar, puedo ser el que te susurra mientras tus ojos están en blanco y tú te dejas llevar. Puedo ser el que absorba tus lágrimas cuando quieras llorar y el que arranque tu sonrisa para que el día vuelva a brillar. Puedo ser tu almohada de noche. Puedo ser aquel que se sienta tan solo que haga tu vida perfecta para que jamás lo abandones, y vuelva a caer en la realidad. Puedo ser el que te quiera de verdad y tu tengas miedo de mi claridad. Puedo ser el que vea las cosas como tú no las ves, y luego no sepas aceptar lo que sabes que es verdad. Puedo hacerte mi respiración y ser feliz, con saber que respiras por mi. Puedo vivir haciéndote ver que no eres lo único para mi, si así quisieras vivir. Puedo olvidar, pero no me hagas odiar, porque no quieras aceptar la realidad que yo sí se aceptar. Puedo aceptar tus mentiras si así crees que me vas a engañar. Puedo encontrar la realidad en el fondo de tus ojos, cuando me miran y me dicen que en realidad, sólo quieres mi amistad. Puedo ser el susurro que me dice que acepte mi realidad y que te deje escapar, y así lo hago porque no sirve de nada volver atrás.

Puedo, en mi soledad, convertirte en mi vida, y en mi felicidad, y aparte, tener mi propia vida. Pero esa realidad te asustará, y sólo la afrontará aquella persona a la que en su soledad, me convierta en su vida, y en su felicidad, y aparte, tenga otra vida, y no le asuste nuestra realidad.

Porque no le dará miedo una persona que lo único que quiera es hacerte feliz… y tú… tu te retiras porque no puedes competir… porque la realidad fue… que nunca supiste hacerme feliz.

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Escuchando: Jagged Edge – So high