Días eternos…
Unos ojos cansados… de tanto buscarte bajo mis sábanas, y no encontrarte… ojeras que crecen al no querer ver la luz del sol… y sin embargo querer que el sol queme mis ojos… mientras, un intento erróneo hace que mi impotencia se acelere y crea que los días son eternos, que no tengo ganas de salir ahí fuera. La pereza, me invade, mientras los pensamientos furtivos me van dejando sin vida. Y no sé qué hacer con ella…
La sensación de escuchar una voz en mi cabeza, que se separa de mi cuerpo y me envenena hasta que me vea desquiciado por mi propia conciencia, es un lujo que llevo con paciencia, hasta que consiga que no pueda más con toda esta mierda… pero ella sabe que es imposible, no se puede hacer mas daño al que ya has dañado tanto y no quieres matarlo. Simplemente me da tiempo para que vuelva a subir, porque sabe que siempre vuelvo a subir… para venir y dejarme claro que mi lugar está ahí abajo.
Por eso me arrastro, y camino con cuidado de no levantar la mirada, por si acaso. Por si acaso vuelve a hacerlo, porque no tengo fuerzas para seguir luchando. Entonces intento mirarme desde fuera y me doy cuenta de lo que soy, y tal vez, sea, lo que yo quiero ser, porque realmente el cansancio puede con las ganas…
Pero ella sabe, que tarde o temprano volveré a intentar escalar… y entonces es cuando ella volverá.
Mode: Ojo bueno jodido
Escuchando: Nelly Furtado – Try
Mirando desde fuera yo no veo que tu sitio sea «ahí abajo». Es que los días sí son eternos cuando uno está abajo y el «cansancio puede con las ganas». Nos recreamos mentalmente en el abajo, porque la ligereza del efímero arriba nos permite caminar sobre nubes, pero no necesariamente verlas y no disponemos de suficiente lucidez a pesar de la claridad, y simplemente flotamos…
…La insoportable levedad del arriba…
…La lacerante lucidez del abajo…
Tu sitio es en cualquier parte. Tú no eres de ninguna parte. Pasarás por muchos sitios, y volverás a sentir esa levedad en la que las ganas pueden con el cansancio. Mirando desde fuera no lo dudo ni un instante.
Te quiero, Fran.
«Nacer no tiene importancia alguna. Llegamos desnudos y quizá desnudos habremos de morir. Arribamos al mundo sin pasiones, sólo con instintos. Y sin conocimientos, estos se aprenden desde abajo, cerca del suelo, en la posición animal del hombre primitivo. Ponerse de pie y permanecer así es lo difícil»…
Sí ya escalaste la montaña y sabes lo que hay al final de la colina… quizá el alpinismo no sea lo tuyo, sin embargo es admirable volver a intentarlo aún sabiendo que no es lo uno espera ver, en esta vida hay que hacer las cosas por amor a nosotros y sobre todo por amor al progimo, pero nunca hacerlo por esperar a que alguien nos de más de lo que uno pueda dar.