Tus besos en mi boca…

Yo soy el Dios de la Soledad, sonrisa que crea tu sonrisa, cuando las lágrimas brindan, entre las almas perdidas de amigos que desisten entre tanta y tanta codicia. Atormento a las lágrimas… a la melancolía, por una realidad utópica pero posible, por unas cosas tan sencillas, que asusta no poder conseguirlas, y mientras… mientras, se me escapa la vida en cada suspirar. Y cada suspirar se escapa con mi vida, que se sienta a mi lado y me mira, y me mira y me grita, pero a mí me da igual. Me da igual que la realidad no sea como quisiera que fuera, pero no me da igual que no tenga tu abrazo cada noche cuando quiero respirar. Y aguanto y aguanto hasta ponerme colorado, pero siempre termino por respirar antes que tú me salves de este aire que me ahoga. Yo quiero ahogarme con tus besos en mi boca. Y no me importa si se me escapa la vida entre besos y abrazos, porque eso es lo que quiero que sea mi vida. Unas aguas tranquilas…

Ni Dios ni mentiras, soledad es mi amiga, y sonrisa mi escudo, mis lágrimas mi interior, que no escapan, y mis amigos los que esperan para apuñalarte por la espalda. No atormento a las lágrimas, porque me veo acariciándolas, mientras la melancolía me canta, y la realidad se me clava en los ojos, ¡cuantas cosas complicadas! a los ojos de una mente sencilla en el fondo… pero aún así siento, que se me escapa la vida en cada suspirar. Y cada suspirar se escapa con mi vida, que se sienta a mi lado y me mira, y me mira y me grita, pero a mi me da igual. Me da igual la realidad porque siento como si nunca me entendieran, porque lo único que quiero para entenderla es tu abrazo que me haga respirar. Pero me ahogo sin respirar, porque nunca me salvas de esta muerte inevitable al no poder respirar. Yo quiero que me ahogues con tus besos en mi boca. Y no me importa que la vida se me escape, porque tus abrazos y tus besos son mi vida. Siempre prefiero nadar por aguas tranquilas…

No, soledad no es mi amiga, pero es parte de mi vida, sonrisa, una muesca en la cara que protege a mis lágrimas, los amigos, los que nunca supieron ver esas lágrimas. Las lágrimas son mis hijas, y la melancolía la niñera de mis hijas, realidad, mis padres, y las cosas sencillas, mi vida. Pero aún siento que se me escapa la vida en cada suspirar. Y cada suspirar se escapa con mi vida, que se sienta a mi lado y me mira, y me mira y me grita, pero a mi me da igual. Porque… lo único que quiero… es que me ahogues con tus besos en mi boca.

Siempre buscando aguas tranquilas entre la tempestad…

Mode: Con hambre
Escuchando: Adina Howard


2 Comments

  • maRia domingo, 6 agosto, 2006

    Me has ahogado las palabras.
    Increíble pero cierto…

  • SaNTiaGo domingo, 6 agosto, 2006

    Nunca lo habia pensado..ahogado en besos..como quisiera morir asi 🙂

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