Saborear la vida, suavemente mientras me miras, tu sonrisa, se dibuja poco a poco en mi cara, y me despista. Soñar mientras tu vida se para, un beso cada mañana, te quieros sin palabras, dos almas independientes pero en el fondo tan necesarias, una para la otra, que otra para la una… lentamente la mañana se adelanta y tu te paras para poder visionarla, como el sol cuando se levanta, tu mirada se clava en el fondo, en el horizonte, donde la tierra y el cielo se besan, y tu mente se despeja. Porque la soledad ya no te respeta, y te ataca cuando menos te lo esperas. Ya no me importa estar así, pero sé que me está matando…

Poco a poco el tiempo vuelve a hacer sus tic tacs, tu tiempo avanza y tu vida evoluciona, pero en el fondo… en el fondo no cambia, sigo buscando el amor en cada recodo, pero me hago el loco, e intento disimular… hasta que creas que soy uno más… perdido en la soledad. Hasta que cuando me descubras te asombres de lo que puedo llegar a crear… o destrozar… joder, siempre es tanto esfuerzo que a veces sólo piensas en hasta donde podrás llegar. Un día más, un mes, un año… no puedes más, pero sin embargo, te levantas y continuas andando, al son de un piano, lento, que parece que está llorando, y golpeas por momentos las teclas del teclado hasta literalmente hacer un volcado de tu cabeza, a la pantalla; de la pantalla a tu cabeza… tal vez como forma de escapar, a esta soledad buscada, y a veces, obligada…

Mi vida es como un piano, al que las teclas se tocan con el peso de la mano… al que a veces tienes que acariciarlo, al que recorres su cuerpo de todo lo que ha llegado a decir… simplemente porque es así… un piano sin unas manos no suena… yo sin amor… no vivo… pero camino por el mundo ensimismado en mi mundo, a veces tan alejado de lo que los demás creen… siempre caminando solo con unos cascos… y realmente, estoy cansado…

Pero lo bueno que como un piano… siempre estoy preparado esperando a que unas manos hagan tocar estas teclas… porque por mucho tiempo que pase, las teclas son las teclas, y si se saben tocar… un piano puede llegar hasta llorar por ti.

Mode: Alone
Escuchando: Kayna Samet – Ecorchee Vive