Madrugadas

Una máquina de escribir antigua encima del escritorio, ni siquiera él sabía por qué la había comprado. Cerca de las tres de la madrugada, su mente divaga, y comienza a pensar… es hora de un buen café cargado y ponerse a escribir, o tal vez pintar. Sumergido en el marco de la soledad, tiene miles de relatos en la cabeza, que no sabe cuando saldrán… a su derecha aún espera esa hoja a medio escribir, en perenne espera a que sus dedos vuelvan a golpear cada tecla; pero esta vez está siéndole infiel, y prefiere acariciar las teclas del ordenador que se encuentra justo al lado. De fondo, una canción no deja de sonar, titulada «Until I die», a su izquierda, cuadros a medio terminar y motivos kanji; frente a él, postits por todos lados, fotos, anotaciones, un folleto de una exposición, recortes de periódicos; encima una mini repisa, cargada de libros y demás, un instrumento casi mortal. Si cayera le rompería dos de sus cosas más preciadas, por este orden, su ordenador y su cabeza; a su derecha una ventana que daba a un patio de vecinos, raramente subida hasta arriba, casi siempre dejaba el hueco para que pasara su gata… rodeándole cuatro paredes que lo asfixiaban, póster por todos lados, dibujos… y justo detrás, su cama.

Nunca sabía por qué aguantaba tanto frente al ordenador, por qué le tenía miedo a volver con la almohada, a abrazarla, y adentrarse al mundo de los sueños. Era algo que le aterraba, y tal vez por eso, se pasaba las noches buscando cosas con las que alimentar su mente, con las que poder deteriorar su cuerpo hasta hacerlo llegar a un límite en el que no pudiera más, y así, dejarse caer en la cama hasta no darse cuenta ni siquiera de los sueños.

Lo había decidido, iba a volver a tomarse un café después de tantos días intentando dejarlo. Le estaba gustando tomarse un Cola Cao calentito en taza últimamente, tal vez mientras lo esté haciendo, decida que prefiere el Cola Cao… pero al final se hizo un café, de bote, no recién hecho como a él le gusta. Le encantaba oler el café justo después de hacerlo, pero bueno, parecía que no tenía fuerzas para hacer el café… mientras, meditaba sobre el comentario de una amiga eres lobo, reflexionó, y le dio un sorbo al café. Mmmm a pesar de ser un café de bote, estaba bastante bueno, tal vez fuera la falta de costumbre, pero este momento le encantaba. Aún esa canción continuaba… le había gustado, y seguramente la escucharía hasta llenarse.

Llega el momento de meditar sobre el día, que como siempre, había sido largo e improductivo, parecía que le habían absorbido las fuerzas, y ya no tenía ni ganas de salir de su minúsculo cuarto, al que ni siquiera entraba luz de verdad. Se sentía acurrucado en su zulo, tanto, que a los pocos días de verlo, se enamoró de él. No sabía ni que día era, ni si era ya martes, o seguía viviendo en domingo, aunque tampoco le importaba mucho. Su teléfono siempre estaba a su lado, es su comunicación con el exterior, aunque lo utiliza poco, casi siempre, es su madre que la llama preocupada, en el fondo la quiere, y mucho, pero tal vez creía que su chiquitín tardaría aún mucho en irse de su lado. Últimamente le han comentado que ha cambiado mucho, él siempre dice que el aspecto no es lo que importa, que en el fondo sigue siendo el mismo, y algunos aún siguen viendo al niño. A veces, ya no sabe donde lo dejó…

Este momento es el mejor de la noche, escribir le relaja a plasmar sus pensamientos, y no sabe que hará cuando termine de escribir esto, tal vez se ponga a continuar algunos de sus proyectos…

Si los días tuvieran moraleja, la de hoy sería… «Jamás pensé que mantener una amistad costara tanto, ni que hiciera llorar tanto».

Era tarde… así que siguió despierto, para así robarle las horas al sueño, y hacer que sus días fueran más largos, y su vida más corta, que los que estaban durmiendo… siempre dijo que moriría joven, porque vivía cuatro horas más que el mundo «normal»…

Y bueno…. ¿qué más da?

Mode: Ego
Escuchando: nb ridaz – Until I die


2 Comments

  • Korscha martes, 11 abril, 2006

    si no escribo quien m escucha… nadie, esa es la respuesta… en fin… m gustop =) besitos para ti y abrazoss tambien!

  • iNDigestA martes, 11 abril, 2006

    (_:

    Ahora es cuando te digo:
    también a mí me gustaría tener una máquina de escribir antigua.

    Eres lobo.

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