Sin motivo, ni siendo insistivo, te pido, que aunque leas a este niño reflexivo, ya no sé si lo que aquí escribo, es fruto de un ser imaginativo, personaje creado de lo que no había sido, y no soy yo el que siento todo esto, que al leer me siento perdido, porque mi memoria lo había perdido.

Aún así, lo que aquí escribo no son dogmas, incuestionables, e imborrables, son sentimientos, que a veces no sé ni por qué son tecleados, instinto, música brota el animal que en un fondo todos hemos sido, y salen escritos horribles, de ira y de dolor, de lágrimas, y a veces de amor…

Si lees, y analiZas cada día, encontrarás que mi estado de ánimo varía, mi mente imagina, y la realidad la defrauda, día a día… mis palabras reales se traban y tartamudean, porque no sé a quién confiarlas… pero si miras más allá de las palabras, verás que sólo quiero dos cosas para no estar tan mal… la primera es alguien que me ame, y a la que amar… la segunda, que los braZos de esa persona me abracen cada noche al desaparecer y adentrarnos en la oscuridad, que da paso a sueños e irrealidad… lo demás es tranquilidad.

¿Por qué? Porque soy una pieZa de un puzzle, y ahora sólo me siento parte de un puzzle desecho e incompleto… y nadie lo quiere formar.