Locura, por unos instantes, sintieron los dos. Aquel distribuidor de mensajes, cuyo due?o es el m?s grande proveedor de l?gica gr?fica del mundo, falleci? una tarde de febrero.

Ambos quedaron mudos, ambos se sintieron tristes, ambos se sent?an solos. Se enviaron tarjetas, se enviaron recados, expresando el cari?o y la soledad que sent?an al no tenerse.

Se pregunt? mi conciencia y afirm? mi coraz?n, que mujer tan especial, como la extra?o, y eso que aun no la he visto venir, solo la conozco por la uni?n de mil p?xeles, de miles de colores, que proyectan im?genes distantes y hermosas.

La he visto re?r, la he visto brindar, la he visto ebria de pasi?n, hoy nos llega un mensaje, no precisamente del mensajero, ha surgido mucho cari?o por cada uno de los dos, no me quiero imaginar, si estuvi?ramos juntos, porque ser?a el caos absoluto, armagedon, ser?a el renacimiento de mi vida, y la construcci?n de un camino, pero esta vez, no me encontrar? solo.

Es extra?o, gracioso, raro, pero lindo, muy lindo. Eso dijo aquella, linda mujer. Desear?a mucho que estuviera a mi lado.

Y que no est? de mala espina, pues ser? yo, si tal vez soy yo… y est? muy bien que me extra?es, pues nadie m?s lo hace.

Anoche, antes de acostarme, empez? a caer la lluvia, roc?o suave, las nubes se enojaron, y mi cama se congel?, abrac? mi almohada y pretend? que eras t?, que me brindaba todo su calor

Gracias amor, por estar aqu? conmigo.

Ate: Jose