Dulce siesta…
La abracé…quise que el tiempo se parara… quise que jamás mis brazos se soltaran… que jamás la dejaran escapar… no quería abrir los ojos y despertar… nos habiamos quedado dormidos… por un momento mi mente estuvo tranquila… sin ninguna preocupación… la tenía a ella… que más podia interesarme… que más podia procuparme… querría pasar asi el resto de mi vida… querría despertar y que siguiera abrazado a ella… escuchando su respiración débil… y tranquila… con su cabeza apoyada en mi pecho… sus brazos agarrando los mios… nuestros cuerpos unidos… mis ojos la admiran… ¿por que?… estoy tan bien a su lado… soy feliz… me rio… y solo me importa sacar de ella una risa… un abrazo… un beso… no tengo miedo a entregarme… no tengo miedo a amar… a amarla…
Esos momentos… los recuerdas… los grabas… los rebobinas y los vuelves a ver una y otra vez. Cada día añade varios videos más… varias imágenes… cada día te sientes mejor junto a ella… cada día… sueñas con no tener que separarte ese día… sueñas con no tener que decirle ni siquiera «hasta luego»…
Ahora recuerdo… cuando estaba abrazado a ella… cuando no existía el tiempo… ni exixtía vida ahí fuera… no existía nada… me importa solo ella… me da igual ellos… es más… es ella la que hace que no me sienta tan solo… que no este triste… que sea fuerte… aunque cuando no la tenga… me sienta solo…
Un abrazo…
La Soledad nunca es muy buena consejera, intenta entretener tu mente en algo para que no te visite.
Besos
que bonito 🙂